El aumento de población ha conllevado también el incremento de la polución, sobre todo, en algunas grandes ciudades de Asia. Pero, ¿y si ese aire contaminado y perjudicial para la salud se convirtiera en una herramienta maravillosa para crear arte? Así ha nacido Air-Ink, la primera tinta que se crea a partir del aire contaminado.
De qué está hecha la tinta de Air-Ink
Esta tinta es hecha a partir de un artefacto que permite transformar la contaminación del aire en tinta. Fue creada por estudiantes y científicos del MIT y su mecanismo absorbe los contaminantes, remueve los metales que incluyen y deja sólo un pigmento de carbón purificado, que luego es llevado a otro proceso químico para hacer distintos tipos de tintas y pinturas.
El proceso de esta innovadora tecnología es más sencillo de lo que parece. Los gases que emiten los coches o las chimeneas llegan directamente a nuestro aire y, por tanto, a nuestros pulmones. El científico Anirudh Sharma es el inventor de este dispositivo. Sharma formaba parte del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y ahora, tras años de investigación, ha impulsado este proyecto con su empresa Graviky Labs y el apoyo para la inversión de la marca de cerveza Tiger. En este vídeo explican y presentan esta maravillosa idea.
La idea es la siguiente: la contaminación se convierte en tinta de alta calidad. Los dispositivos creados son capaces de recoger la contaminación antes de que esta llegue al aire. El dispositivo se une al tubo de escape del vehículo para capturar el hollín que genera y evitar que vaya al aire. Cuando el motor se activa, este también se enciende automáticamente. Los gases pueden fluir sin dañar el motor del vehículo, pero las partículas finas que son contaminantes se quedan dentro de esta unidad. En el exterior, este artilugio tiene una luz azul, que cuando se convierte en roja indica que la cuenca está llena.
El uso práctico de Air-Ink
En Asia se han montado estos dispositivos en camiones y generadores, y en solo un mes se han llegado a capturar más de mil millones de partículas.
Después, este hollín recogido llega al laboratorio donde se purifica y pasa por varios procesos industriales que permiten obtener los distintos tipos de tinta y pintura. Con todas las partículas capturadas se han conseguido más de 150 litros de tinta, lo que equivaldría a unas 2.500 horas de emisión de dióxido de carbono.
Solo el marcador más pequeño, de punta fina de 0.7 mm, contiene aproximadamente 40 minutos de la contaminación que emitiría un coche diesel. Un pincel ancho de 50mm contiene unos 130 minutos de esta contaminación. El proyecto está todavía en una fase experimental, pero, de seguir por buen camino, puede llegar a tener un impacto muy positivo en la sociedad.
El proyecto se dio a conocer a través de una campaña de Kickstarter que tenía como objetivo conseguir 14,000$, y que superó esta cifra con creces, alcanzando más de 41,000$. Actualmente, hay una exposición en Brixton, “The Clean Air Gallery“, un espacio temporal donde se muestran distintas obras de arte hechas con esta tinta de aire. Además, la avenida Shaftesbury de Londres lucirá un cartel dibujado a mano por Kristopher Ho con el objetivo de convencer a Sadiq Khan, alcalde de Londres, de utilizar esta tecnología para capturar y disminuir la contaminación londinense.
Air-Ink es, sin duda, una bocanada de aire limpio: la tecnología al servicio de la reutilización de todo (porque todo es reutilizable, nada tiene que desperdiciarse).
Fuente: https://graffica.info/air-ink-tinta-creada-con-polucion/